Día Primero. – Me recuerda hoy mi agricultor, ante la
barca de Caronte, que en aquellos años 50 y 60 a los niños se nos hacía partícipes
de las vivencias que rodeaban las agonías, muertes y funerales. Eran
sensaciones extrañas, morbosas, como de pesadilla: los velatorios de letanías,
lamentos y sollozos, el pañuelo sujetando la mandíbula del muerto, el féretro a
hombros camino del camposanto... Después la vida volvía a ser como siempre: la
escuela, los juegos, ... Aquello formaba parte de nuestra formación, nos
preparaba para la edad adulta. Hoy en día agonías y muertes se ocultan incluso
a los adultos. ¡¡¡Feliz día de todos los Santos!!!
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