Día séptimo. – Hoy mi agricultor sigue con lo que Julio
Llamazares escribió en “La lentitud de los bueyes”: De todos ellos, hoy desea
reproducir el número 6, con unas reflexiones sobre la soledad, el recuerdo y el
olvido…
“Como los fresnos precisan del sol para darnos su música,
así la soledad necesita el olvido.
Soledad sin olvido es agua muerta. O quizá menos: leña
seca destinada a arder en fuegos sin costumbre.
Porque la soledad no alimentada con olvido es el terreno
donde crecen los abrojos del recuerdo.
Y en el recuerdo está el origen de la autodestrucción.”
¡¡¡Feliz viernes!!!
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