domingo, 23 de octubre de 2016

Día vigésimo tercero




Día vigésimo tercero. –  No hay más que leer a Quevedo y comprobar cómo maldice, reniega y persigue, con su obsesión perineal, a los «putos» gallegos, a los «hediondos» judíos, a los ladrones catalanes, a los boticarios que hacen oro con los alacranes, a los médicos de sortijas de esmeralda. Todos tan malos que no podían ser peores. Esa intransigencia dogmática y racista se prolonga en el tiempo. ¡¡¡Feliz domingo!!!


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