viernes, 28 de octubre de 2016

Día vigésimo octavo




Día vigésimo octavo. – Ayer mi agricultor, viendo como el sol apuntaba desde ese lugar que le asignaron los dioses, se preguntó dónde guardar algo tan valioso como las ‘llaves’ de un reino. Imaginó un sitio inconquistable, de alta seguridad y a salvo de las miradas envidiosas. Una caja fuerte que resistiese como si nada el paso del tiempo. Y le vino a la cabeza inmortalizar la imagen posando el objetivo de su cámara sobre el castillo de Lorca, esa magnífica construcción, hoy Parador Nacional y ayer fortaleza defensiva, que le valió a la Ciudad del Sol el distintivo de “Regni tutíssima clavis” (la llave segura del reino). Y después de inmortalizar ese apunte de sol mi agricultor entendió por qué durante siglos este entorno vigiló la puerta de entrada de estas tierras, que hacían de frontera entre mundos enfrentados. ¡¡¡Feliz viernes!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario