Día tercero. – Hoy
mi agricultor está en el intento de apresar el tiempo, medirlo -los años, los
meses y los días-, domeñarlo a su gusto, ganarlo y traerlo a mandamiento. Y es
que el tiempo le rige, de pies a cabeza con su socio el espacio. Dice que sin
el tiempo somos nadie. Somos tiempo con un poco de buena voluntad de vivir. Hasta
que quiera. Y como quiera. ¡¡¡Feliz lunes!!!
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