Día vigésimo noveno. –
Hoy domingo mi agricultor tiene programado guisar unos
sabrosos huevos al plato y, ante tal osadía, le he aconsejado lo que Camilo
José Cela dejó recomendado hacer en su libro “Primer viaje andaluz: notas de un
vagabundaje por Jaén, Córdoba, Sevilla, Huelva y sus tierras (1959)”. Decía que
los huevos al plato o a la flamenca, también denominados así: “deben dejarse
cocer durante el tiempo de rezar en voz alta -en voz baja no vale, que se va
más aprisa- el Credo, el Yo Pecador y el Señor Mío Jesucristo. Si la cocinera,
a fuer de devota, tiene propensión a rezar al trote, deberá sumar a lo ya
dicho, un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloripatri”. ¡¡¡Feliz domingo!!!
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