Día vigésimo tercero. – Hoy mi agricultor ha salido a su
habitual
paseo matutino y todavía era de noche, como durante todo el invierno. Aun no se
ha acabado el frío brillante; es solo una mañana del resto del invierno,
que ha dejado de ser oscuro, triste y nivoso para transformarse en radiante, jovial y luminoso. Dentro de poco, un día saldrá a pasear y quedará un
rastro de azul transparente en el borde del cielo, y al levantarse una mañana
no tendrá necesidad de encender la luz para hacerse el café. ¡¡¡Feliz lunes!!!
Esta mañana en las charcas, lodos y salinas
de san Pedro del Pinatar
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