Día Cuarto. – Hoy mi agricultor se ha detenido debajo de
este ventanuco, en piedra caliza el cargadero y las jambas, y en arenisca dura
el alfeizar. No lo tiene datado, pero por las secuencias del carrete puede
pertenecer o a Calatañazor o a Retortillo de Soria.
Me cuenta el agricultor que
en los días fríos de invierno se solía tapar con un saquete relleno de hierba
seca. Era una buena ventilación para las cuadras. Y, deseándonos feliz sábado,
añade cantando esta copla.
“Asómate a ese balcón,
y si no, a la ventanilla,
y si no tienes ventana,
a la puerta, vida mía”.
Ventanuco
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