martes, 28 de febrero de 2017

Día vigésimo octavo



Día vigésimo octavo. – Hoy, último día de febrero, mi agricultor queda sorprendido por la luminosidad del Mediterráneo y grita al cielo  con López Baeza:

¡Ya no más luz ...!, ¡Ya no más luz ...!
—Gritaba por Elche
enfebrecida una palmera—:
Que tengo las entrañas
 dóciles al misterio 
y la frente perdida en
evidencias.
¡¡¡Feliz martes!!!



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