Día Séptimo. – Recuerda mi agricultor que, en uno de sus
tres pueblos, todavía existe un almendro en un ciruelo que él veía florecer cada
febrero. Anoche escribió estos versos:
“Flor de ciruelo,
flor de febrero.
Ciruelo de mis sueños,
flor de febrero.
Ciruelo de mis sueños,
hoy has florecido
en mi recuerdo.
¡Flor de ciruelo,
flor de febrero!"
¡Flor de ciruelo,
flor de febrero!"
¡¡¡Feliz martes!!!
Flor de ciruelo en la vega del Iregua
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