Día Séptimo. – Hoy mi agricultor,
volviendo a sus raíces filosóficas, recuerda a Albert Camus cuando escribió
aquello de que todos tenemos una segunda naturaleza que es inocente. La idea me
evoca el concepto de Rousseau de que el hombre nace esencialmente bueno y luego
es corrompido por la sociedad. ¡¡¡Feliz martes!!!
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