Día vigésimo segundo.
– Hoy mi agricultor se ha tropezado en su
paseo con un gorrión picoteando entre los hierbajos secos del patio trasero de
una iglesia, mientras un cura delgado. apoyado en el quicio de una puerta, lo
miraba. Justo debajo de los saltitos del gorrión se veía soterrado un costurero
de lata rojo con dibujos chinescos. ¡¡¡Feliz miércoles!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario