Día décimo noveno. – Dice mi agricultor que la primavera está a
punto de despedir a un invierno que, en lo meteorológico, hace tiempo que
templó. Y que algunas de las aves más musicales, unas cerrando el día y otras
abriendo la noche están a punto de resonar con fuerza, contra el fondo vacío de
los campos, las notas líquidas, potentes, de algunas de las más musicales.
Ahí ya resuena el último zorzal del día; el último parloteo del petirrojo y el
ulular del primer cárabo de la noche mientra que, en el suelo encharcado,
ronronea el primer sapo corredor; el primero, quizá, de todo el año. ¡¡¡Feliz
domingo!!!
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