jueves, 16 de marzo de 2017

Día décimo sexto




Día décimo sexto. – Sigue hoy mi estudioso agricultor en su análisis lingüístico del río Oja o Glera afirmando que “al ganadero y campesino que habitaba en la orilla del río no le era fácil pronunciar el primitivo nombre de Oia”, así que “en cuanto llegó el romance pudo salvar esa dificultad utilizando el latinizado Glera”. Y, de ahí, “la transformación a Ilera», un término “vulgar pero más fácil de pronunciar”. ¡¡¡Feliz jueves!!!



Río Glera en todo su esplendor

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