Día trigésimo. – Hoy mi agricultor, de vuelta a casa, ha
paseado por donde crecen las rosas silvestres, se nos muestran ababoles y
margaritas e higueras que, cuando aprieta el calor, comienzan a liberar su
inconfundible aroma y los tarays de las salinas, ya florecidos, se unen con
algunas y sueltas plantas acuáticas para alfombrarnos el camino. ¡¡¡Feliz
domingo!!!
domingo, 30 de abril de 2017
sábado, 29 de abril de 2017
Día vigésimo noveno
Día vigésimo noveno. – El agricultor y sus viajeros siempre
guardarán en su retina a esa japonesa, visitante de Córdoba, a punto de
asomar las cruces, vestida con una especie de
mitón de algodón que le cubría desde los nudillos hasta el hombro y que, eso seguro, la
blindaba contra el melanoma, pero que debían de aportarle un calor
espantoso. La recordarán cubierta con un gran gorro, semajante a una grandiosa pamela y apoyada en su sombrilla, mientras recorría la ciudad ahora, finalizando abril, cuando el calor no
aprieta tanto y resulta de lo más apetecible. ¡¡¡Feliz sábado!!!
jueves, 27 de abril de 2017
Día vigésimo septimo
Día vigésimo septimo. – Ayer mi agricultor y señora anduvieron por
las callejuelas de Córdoba con olor a naranjas, fresas y azahar, por esa Córdoba
de poetas y por ese laberinto blanco que, durante el sueño del tiempo, fue hogar
de judíos, árabes y cristianos. ¡¡¡Feliz viernes!!!
Fresas en maceta en un patio cordobés
Suscribirse a:
Entradas (Atom)