Día vigésimo tercero. – Dice hoy mi agricultor que todo está en
los libros y, como muestra de ello, aquí va este fragmento en el que Wenceslao
Fernández Flórez en “El bosque animado; La fraga de Cecebre” nos describe un
paisaje sonoro y las voces de algunos de sus solistas.
“Los árboles ejercen distracciones, tan inocentes como
ellos mismos, que no conocen el mal. Especialmente les gusta cantar, y cantan
en coro las pocas canciones que han logrado componer. Como todas las plantas,
aman intensamente el agua y a ensalzarla dedican sus mejores sinfonías, que son
dos y las podéis oír en todos los bosques del mundo: una imita el sonido de la
lluvia sobre el ramaje y la otra copia el rumor de un mar lejano.” ¡¡¡Feliz
domingo y día del libro!!!
Armonía en el palmeral
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