Día trigésimo. – Hoy mi agricultor, de vuelta a casa, ha
paseado por donde crecen las rosas silvestres, se nos muestran ababoles y
margaritas e higueras que, cuando aprieta el calor, comienzan a liberar su
inconfundible aroma y los tarays de las salinas, ya florecidos, se unen con
algunas y sueltas plantas acuáticas para alfombrarnos el camino. ¡¡¡Feliz
domingo!!!
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