Día sexto. – Me recuerda hoy mi agricultor que es una
delicia pasear entre esa multitud de enormes pinos carcomidos por el
barrenillo, esperando que los microorganismos de este hábitat acaben
descomponiendo su madera enriqueciendo el suelo. Mientras, la coscoja que
alfombra la tierra, sin levantar apenas un palmo, aprovecha la ventaja que los
claros de estas bajas necesarias en un bosque le proporcionan para seguir
creciendo. Es primavera en la Naturaleza. ¡¡¡Feliz jueves!!!
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