Día Octavo. -
Hoy nos recuerda mi agricultor que ha tenido que tirar a la basura su mejor par
de zapatos. Eran de una piel excelente, ennoblecida por betunes de gran calidad
y el cuidado que dispensamos a tesoros que tememos perder por demasiado
expuestos. Les evité, en lo posible, lluvias, lodos y malos caminos, pero cuando
tuvieron que arrostrar unas y otros se condujeron con una lealtad y abnegación
propias sólo de servidores ejemplares. Me llevaron por medio mundo y de no
haber sobrevenido un hecho insólito, habría creído que durarían otros veinte
años. ¡¡¡Feliz sábado!!!
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