Guardaviña riojano
Día Cuarto. – Mi agricultor, no hace muchos días, les
había prometido mostrar dos fotografías comparativas de esas edificaciones
rurales propias de los viñedos riojanos y tomelloseros. Ahí los tienen: son
huellas de silencio, de trabajo y del tesón de hombres y mujeres nacidos en
estas entrañas de los pueblos. Me entero que, al verlos desde la lejanía, la
gente que no sabe lo que significan, piensan erróneamente, que son montones de
piedras: majanos. Pero no, son el orgullo de los que labran las cercanas viñas y se cobijan en
ellos cuando los temporales les invitan a ello. Son de los que nacieron a la
sombra y al cobijo de ellos y se quedaron sin miedo a la dura subsistencia.
¡¡¡Feliz miércoles!!!
Bombo o chozo tomellosero.
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