Día décimo noveno.
– Hoy mi agricultor se está entristeciendo al comprobar cómo algunos pequeños
huertos, que sus compañeros agricultores cultivaban y del que se abastecían, se
han quedado llecos. Su aspecto, cuando estalla la primavera, es desolador.
Nadie volverá a plantar allí lechugas y tomates, ni patatas ni pimienta. El
desamparo del huerto es la mejor metáfora del final de hermosas historias
humanas, que han durado algún que otro siglo en estos pueblos donde ya no
habita casi nadie. ¡¡¡Feliz jueves!!!
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