jueves, 26 de mayo de 2016

Día vigésimo sexto




Día vigésimo sexto. – Leyendo hoy mi agricultor a Jiménez Lozano se ha dado cuenta de que hay poemas que dan ganas de ponerlos en la palma de la mano y cerrarla sobre ellos para lanzarlos luego al mundo, como en siembra, pensando en sus “Vencejos”. Y eligió en su corazón éste, para decírnoslos como maestro, eso sí, en voz muy baja, por no interrumpir sus soliloquios, que son, como sabemos, largos, tendidos y sombras de primavera junto al río Najerilla protegido por sus riscos:
      
 “Jaula de oro de la tarde,
        cúpula azul de porcelana;
        los vencejos suben, bajan, giran,
        chillan. No encuentran la salida,
        la ventana del mundo”.

Riscos de Anguiano

No hay comentarios:

Publicar un comentario