Día décimo octavo. – En el silencio lírico/mágico de amaneceres
y atardeceres, el Sol y la Tierra de nuestro imaginario vuelven a recordarle a
nuestro agricultor el imaginario mítico/demiúrgico/politeísta de los pueblos
más antiguos del planeta. De los primeros hombres, probablemente de entre los
estudiados en el célebre yacimiento de Atapuerca (Burgos), que aquí vieron, y
tal vez adoraron, este mismo Sol sobre esta misma Tierra. ¡¡¡Feliz miércoles!!!
“Vestido de
esplendor y majestad,
arropado de luz
como de un manto,
Tu despliegas los
cielos lo mismo que una tienda,
levantas sobre las
aguas tus altas moradas”.
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