Día vigésimo
séptimo. – Hoy mi agricultor se queda parado ante esta vetusta
puerta de cochera para decirme que siempre que contempla rincones como este, recuerda,
ayer fue el día del Corpus, ramos adornados con cintas de colores, pequeños
altares y rosas. Escucha sonidos de violines y guitarras y el voltear de
campanas, mientras a lo lejos chillan los ocetes en desbandada, retoza la dula
en la pradera, suben los verdes trigales alrededor del pueblo, cantan las
alondras sobre las esparcetas y florecen los ribazos con cien colores. ¡¡¡Feliz
viernes!!!
Puerta de cochera en Anguiano
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