Día vigésimo
primero. – Hoy mi agricultor es feliz paseando en esta mañana de mayo, fresca de
sol y soleada de viento templado, cuando todavía los trigos están verdoyos y
los primeros alcaceres ceriondos, rizados por la brisa primaveral. Las alamedas
siguen en su guardia frondosa supérstite junto a ese pequeño espacio baldío,
que por fortuna hay en el margen de la calzada. Y es allí donde el agricultor
se detuvo a descansar entre un trigal y un campo de colza, con las últimas
flores que huelen a miel silvestre. ¡¡¡Feliz sábado!!!
Sembrado riojano
No hay comentarios:
Publicar un comentario