Día trigésimo. – Recuerda hoy mi
agricultor, observando estos reflejos de una casa en Ambas Aguas, aquella
coplilla que ha extraído de un raído cuaderno que conserva y que fue escrito
por un familiar cuando se curaba de erisipela en las frías tierras de la villa
soriana de Matasejún y en tiempos de miseria:
“Pa’ almorzar,
pan y cebolla;
pa’ comer
cebolla y pan.
Y a la noche, si no hay olla,
vuelta al pan con la cebolla”.
Reflejos en el riachuelo de Ambas Aguas
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