Día Décimo. – Reflexiona hoy mi agricultor en el día de Miércoles de
Ceniza y me recuerda que todos somos mortales, como los sueños. Somos mortales
todos, también lo son las civilizaciones, tal como recordó Paul Valéry justo al
terminar la contienda europea de hace cien años. Todos lo sabemos, aunque simulemos
que no nos damos por enterados. Vivir es olvidar que estamos abocados a
desaparecer. Y eso vale tanto para los humanos como para las instituciones y
colectividades del tipo que sea, aunque unos vivan la ilusión de la vida soñada
y otros la angustia del sueño de perdurabilidad que se desvanece. Recita mi
agricultor la litúrgica forma de: “Polvo somos y en polvo nos convertiremos”
añadiéndole el hermoso verso de Quevedo: “más polvo enamorado”. Este es el
mensaje del miércoles de ceniza que se grita y se impone desde las iglesias. Y,
luego, la vida sigue. ¡¡¡Que ustedes tomen bien la ceniza!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario