viernes, 12 de febrero de 2016

Día duodécimo




Día duodécimo. – En la mitología de las sectas se suele prestar devoción al líder. Los historiadores romanos hablan de la "devotio celtíbera", que consistía en la fidelidad al caudillo hasta el fin. Los guerreros cántabros sucumbían con su comandante en el caso de la muerte de éste. Adoraban a sus superiores con aquella fidelidad del perro de Lisímaco que, cuando vio hacer fuego donde iban a quemar a su dueño, le acompañó hasta que lo echaron también a él. ¡¡¡Buen viernes!!!





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