lunes, 29 de febrero de 2016

Día vigésimo noveno




Día vigésimo noveno. – Hoy mi agricultor, para cerrar el mes, va y me recita el poema satírico con el que el poeta republicano José Antonio Balbotín Gutiérrez, (Madrid, octubre de 1893 – Madrid, febrero de 1977), arremetió contra el conde Romanones, uno de los dos insignes cojos que renquearon por la Villa y Corte. El otro cojitranco y cazalloso no fue otro que don Francisco de Quevedo al que Góngora llamó Francisco de Quebebo: 

Cojo de mala cojera,
cojo del cuerpo y del alma,
profesor de zancadillas,
técnico de la emboscada.
Capitán indiscutible
de la cuadrilla monárquica,
¿por qué quieres que padezca
tu misma cojera España?
Liberal de pacotilla
que ama al Rey más que a la Patria,
y más que al Rey, a su familia,
y antes de todo, a sus arcas.
¿De qué monstruo velazqueño
copiaste, al nacer, tu estampa?
Cojo de mala cojera,
cojo del cuerpo y del alma,
España no estará en paz
hasta que estires la pata.


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