Día Segundo. – Hoy
mi agricultor en su paseo matinal no ha hecho otra cosa que acordarse del día
de la fiesta de la Candelaria que ha perdido mucho o que prácticamente ya no se
celebra y que en muchos de nuestros pueblos va ligada a un refrán meteorológico
rimado como tantos refranes. Es me dice el labriego el día de Santa María, la
Candelera, la Candelora, la Candelara, la Candilera, las Candelas, los Candeles
y otras variantes más que mi agricultor ya no recuerda. Lo que si recuerda él
es aquello de: a dos, Candelas, a tres, San Blas, a cuatro, nada; y a cinco,
Santa Águeda. Pega un salto de caballo para olvidarse de la festividad de San
Andrés Corsini, del siglo XIV, el día 4. Y ¡cuidado!, porque si la Candelera es
clara, toda la Cuaresma será emborbollada (alborotada).
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