Día Noveno. – Me recuerda mi agricultor, como añorando los pueblos ribereños riojanos,
estar echando en falta a las cigüeñas, esas que ahora estarán llegando o ya
habrán arribado para posarse en torres de iglesias, o en algunas chimeneas de
viejas fábricas de varios pueblos de la Rioja. Me dice que él contempla los
nidos de cigüeñas como un regalo estético, cada día más apreciado y fomentado.
Anuncia que nos traen adelantada la primavera en la multinacional bandeja de
sus alas y asevera que ellas y sus cigoñinos se asientan en la Colegiata de san
Miguel de Alfaro para presidir durante meses la alborotada avifauna que
revolotea en torno a los templos y acaba, recordando que fueron los romanos los
que las consagraron a la diosa Juno, esposa de Júpiter, reina del cielo, de la
mujer y de la familia, simbolizando así la fidelidad matrimonial y el amor
filial.
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