domingo, 28 de febrero de 2016

Día vigésimo octavo




Día vigésimo octavo. – Recuerda hoy mi agricultor que, desde 1866, cuando don Braulio Baroja bajó a su esposa Juana un garrafón de agua de La Pazana para que un animal enfermo sanara…estas aguas, desde entonces, han curado afecciones de la piel, de los bronquios, catarros y anemias. Tradicionalmente los habitantes de Cornago han tenido acceso gratuito a sus aguas y desde la segunda mitad del siglo XVIII las aguas sulfurosas que manan de su fuente han sido motivo de peregrinaje de personas procedentes de diversos lugares del país. ¡¡¡Feliz domingo!!! 


No hay comentarios:

Publicar un comentario