Día
Cuarto. – Hoy mi agricultor parece saludarme con
rutina, lo que me lleva a decirle que la rutina a veces es bella; y más si el
trasfondo de esa rutina son los llanos, suaves, lisos y luminosos de nuestras
tierras o esos otros, como estos de Anguiano, abruptos y escarpados. Esos nuestros pueblos siempre tendrán cierto ambiente, son muy acogedores. Siempre tienen algo de nuevo. Un sonido, un
brillo en el suelo, una estrella y hasta un brote en los rosales del jardín de
las Mil Flores. Seguro. ¡¡¡Feliz lunes!!!
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