Día Décimo octavo.
– Hoy me saluda mi agricultor contándome que ha oído, a veces, al ruiseñor a
pleno sol, en día abierto. Pocas veces, a decir verdad. El ruiseñor canta a la
hora del alba - a la punta del amanecer-; canta menos durante el día y reanuda
sus exhalaciones en el crepúsculo. Pero, según los ornitólogos del valle del Alhama, la calidad más alta de sus melodías se produce en las horas de la noche. ¡¡¡Feliz lunes!!!
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