Día Décimo cuarto.
– Hoy mi agricultor recuerda al escritor Julio Llamazares en su magistral
descripción que hace en su novela “La lluvia amarilla” de la vida de los
últimos habitantes de un pueblo abandonado del Pirineo aragonés y del paso del
tiempo y la memoria: “Todos éramos conscientes de nuestra indefensión ante la
cólera del tiempo y del invierno en la montaña, nos sabíamos solos y olvidados
en medio de una tierra que ya nadie transitaba y esa misma indefensión nos
acercaba y nos unía más aún que la amistad y la sangre”. Desgraciadamente esta
reseña es aplicable a cualquiera de los pueblos riojanos abandonados o semi-abandonados. ¡¡¡Feliz jueves!!!
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