jueves, 21 de abril de 2016

Día Vigésimo primero




Día Vigésimo primero. – Mi agricultor y señora, en esas anotaciones que están tomando para que su viaje resulte como tenga que resultar, han marcado como punto estratégico Argamasilla de Alba, donde cuenta la tradición que se sitúa el lugar donde Cervantes empezó su obra maestra. Los innumerables autores que escribieron de ello nos cuentan que todo aquí es muy quijotesco: desde la piedra molinera que marca el kilómetro cero de la ruta hasta la cueva de Medrano, prisión donde dicen que Cervantes soñó el libro. Pero también nos dicen hay un castillo, el de Peñarroya, que guarda interesantes muestras de arte barroco y churrigueresco. Y un pantano que nos recuerda La Mancha lacustre, el Guadiana y sus lagunas de Ruidera. En los campos, los viejos tombos y majanos, elementales construcciones rústicas, a modo de refugio, hechas amontonando las piedras que el arado remueve al labrar los viñedos. Son como los guardaviñas riojanos. Al fin y al cabo, ambas, son tierras de vino. ¡¡¡Feliz Jueves!!!


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