Día Duodécimo. – Hoy mi agricultor,
contemplando la desproporción entre la pequeña nave y la altura del campanario
de esta joya románica de San Miquel de'Emgolasters,
se postra y recuerda a Mosen Jacinto Verdaguer en este fragmento de uno de sus
poemas. ¡¡¡Feliz martes!!!
“No te arrebataron el mar, ni el llano ni la montaña
que se levanta a tu espalda como un manto,
ni ese cielo que un día fuera mi tienda de campaña,
ni ese sol que un día fuera faro de mi nave;
ni el genio, esa estrella que te guía, ni esas alas,
la industria y el arte, prendas de un bello porvenir,
ni ese dulce aroma de caridad que exhalas,
ni esa fe… ¡y un pueblo que cree no puede morir!”
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