Día Vigésimo
quinto. – Hoy mi agricultor, temprano, acompañado de su esposa y
después de haber preparado documental y suficientemente la ruta, inician el
viaje por estos caminos, a través de estos llanos, a estas horas primeras de la
luz del día, empapados de silencio, gozando de la austeridad de este paisaje
que es como se acaba de amar del todo, íntimamente, profundamente, esta figura
dolorosa. Ya estas horas pensamos nos gustará que este viaje sea como Cervantes
describe era la casa de don Diego de Miranda “ancha como de aldea …y muchas
tinajas a la redonda”. ¡¡¡Feliz lunes!!!
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