Día Vigésimo
cuarto. – ¿Y qué habrá que contar, querido agricultor, de esas
poblaciones típicamente manchegas, encaladas, de infinitas callejas y
cuestecillas limpias? ¿Y nos
asombraremos, como dicen, de ese mar de cepas en tierras de secano? ¿Y cómo nos
impresionaran sus ventas? ¿Y tendremos tiempo y estómago para gozar saboreando
sus gachas, esas archiconocidas berenjenas de Almagro y, ay, de sus duelos y
quebrantos? Pensamos que sí, nuestro aguante, habituado a la buena cocina, lo
agradecerá. Seguro. ¡¡¡Feliz domingo!!!
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