Día duodécimo. – Me cuenta hoy mi agricultor que, por estas
tierras, entre las tierras vertientes al Alhama y Linares, siendo niño y aun mozo, escuchó silbar al
viento, oyó retumbar algún testarazo entre carneros en disputa de oveja andosca, asistió a algún
nocturno de búho real, observó aisladas aves reunidas al amanecer entre
carrizos y prestó atención al resonar de alguna encina centenaria ahuecada por
la carcoma del tiempo. Y, también, escuchó el chillido de algún águila asomada
al balcón de las peñas de Ordoyo. ¡¡¡Feliz lunes!!!
Encina del carrascal de Villarroya
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