Día sexto. – Mi agricultor me recuerda hoy que ha constatado que bajan
las grullas y suben las cigüeñas. Lo tiene anotado en su cuaderno de notas. Fue
el 30 de noviembre, miércoles: “Me desperté, me asomé a la ventana. Era una
mañana fría y luminosa cuando viajando en el tren, dirección Barcelona, y al
aminorar éste la velocidad por acercarse la estación de RENFE de Alfaro, algo
que nos llamó poderosamente la atención.
Había unas tres parejas de cigüeñas. Volaban, revolaban, se posaban…
Estaban, a lo que nos pareció, tomando posesión como todos los inviernos, sin
esperar al cambio de estación ni a la llegada de San Blas. El caso es que cada
año, sea o no año de nieves, parece que este año lo va a ser, adelantan más el
regreso”. ¡¡¡Feliz martes!!!
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