Día octavo. – Hoy mi agricultor, recordando días de niño,
procesiones de mayor y miradas llorosas desde el interior de aquella
desvencijada ventana de la destartalada casa del Cantón, invoca a la Purísima
Concepción de su iglesia de Grávalos con esta coplilla sin rima, recitada sobre
las hojas secas de los castaños del pórtico. ¡¡¡Feliz miércoles!!!
“Madre de Jesús, sierva
de Dios,
Tú sin mancha ni mancilla,
ruega por nos.
Retablo y Virgen de La Purísima. Iglesia de
Grávalos
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