Día noveno. – El agricultor-viajero sube al páramo, a las
tierras altas y poco llanas de la Ruta de los Dinosaurios, en tierras de
Enciso, en busca de un cura. Un cura de verdad, es decir, un hombre solo y
serio, con muchos oficios: propagar la fe es el primero, pero que haga también
de historiador, de cronista y de archivero; que su coche sirve lo mismo para
llegar en una mañana a cinco misas que de taxi o ambulancia. El
agricultor-viajero preguntó quién sabía aquí algo sobre la fauna típica del
lugar basada en ciervos, corzos, jabalíes, roedores como; conejos, ratones de
campo, ratas, ... y algunas aves como codornices y golondrinas y hasta sobre la
construcción de estrechos callejones y todos le dijeron que el cura. ¡¡¡Feliz viernes!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario