Día Tercero. – Hoy mi agricultor ha observado cómo en su
ciudad encendían, sin avisar, las luces de Navidad y se ha dado cuenta que,
entre las luminosas figuras geométricas, más o menos vistosas, más o menos
cargantes, no había ni una sola referencia religiosa. No importa, dijo: el SOL siempre
sobrevolará la niebla como si fuese un mar de río ¡¡¡Buenos días y feliz sábado!!!
Niebla en los sotos del Río Ebro
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