jueves, 28 de enero de 2016

Día vigésimo octavo




Día vigésimo octavo. – Mi agricultor, si ayer estaba entusiasmado por el florecer de los almendros en Cartagena y en todo su campo, hoy está temeroso al escuchar el silbar de alguna víbora hocicuda escondida bajo algún peñasco de la sierra de Atamaría, como temeroso estuvo Federico García Lorca cuando en Nueva York coincidió con el “Martes Negro” de Wall Street observando como los banqueros se arrojaban al vacío desde los rascacielos entre los gemidos de los obreros parados y oyó cómo las cobras silbaban en los pisos altos. ¡¡¡Feliz jueves!!!

 

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