Día décimo tercero.
– Mi agricultor, paseando esta mañana, ha llegado a la conclusión de que el
pescador de caña es un ser totalmente incomprendido por la población en
general: La gente cree que el pescador es un bobalicón que trata de pasar el
rato, de huir del tedio familiar, utilizando una distracción insignificante.
Pero esto es un error. Aunque parezca mentira, un pescador de caña es un ser
capaz de aprovechar el encanto de sus vagos misterios. ¡¡¡Feliz martes!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario