Día vigésimo. – Hoy mi agricultor
se ha paseado por las huertas cercanas a la casa para disfrutar y soñar con los
recuerdos del ayer. Hoy ha ido a coger higos, esa maravilla de la naturaleza
que, en esta época y en estos parajes en los que me encuentro, las higueras
ofrecen libremente a quien quiera cogerlos.
Y con su cesto
lleno, ha recordado que esta humildísima fruta tiene un lugar en la Literatura,
por delicada, por efímera, por exquisita y... por sugestiva. Y hasta ha recordado a Miguel Hernández para
compartirlo. ¡¡¡Feliz martes!!!
“Aquí, sur fragoso tiene el viento
la corriente encendida;
la cigarra su justo monumento,
la avispa su manida.
¡Aquí vuelve a empezar!, eva, la vida”.
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