sábado, 10 de septiembre de 2016

Día Décimo




Día Décimo. – Hoy mí agricultor, a pesar de lo que dice y escribe se me manifiesta diciendo que siempre le gustó el lenguaje de los carreteros, que lo sintió y hasta escuchó en mi niñez a esos arrieros vecinos que transportaban en carro o en galera los haces de mies desde la Dehesa. Y es cierto no es verdad que hablaran mal, sino que se expresaban en un castellano sonoro y arcaico, pero no contaminado. Mi agricultor sabe que el lenguaje vulgar nació en los labrantíos y se enriqueció en las noches de cuadrillas, mientras el idioma culto, abstracto y libresco se iba alejando de la realidad. ¡¡¡Feliz viernes!!!


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