Día vigésimo
noveno. – Mi agricultor está hoy casi sin tiempo porque se va
dentro de un rato a conocer acantilados, pueblos, cordilleras, caminos, aldeas,
mirarse en las aguas de sus arroyuelos, mirar los juncos y eneas y hasta esos
mimbrales recuerdos de su infancia. Hacer por allí fotos no sólo de las vistas,
sino de cada diminuta planta que desafía al viento y a la arena y al sol para
sobrevivir en el abismo entre el mar y la tierra. ¡¡¡Feliz jueves!!!
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