Día
Noveno. – Hoy mi agricultor se presenta aquí para contarles en la
madrugada de las horas, la ardiente canícula que decían los poetas latinos,
tañendo el dulce ruido de sus liras de oro y que, dicen, empieza, por fin, a
desaparecer. Y para lanzar un grito al que desee escucharlo que ya han empezado
a madurar las granadas, entre virgen de agosto y virgen de septiembre cuando no
solo trabajan las abejas, sino que los vendimiadores ya sueñan con sudores de
tinta-uva. Y a pesar del secarral que nos atormenta no creo que llegue el
Apocalipsis con caracoles tocando el trombón y un batallón de langostas
anunciando que la Tierra va a ser inundada por los rebaños de las olas. ¡¡¡Feliz viernes!!!
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